Tras contaros lo de la camiseta de Diego, os lo termino de contar con detalles, sin trampas ni cartón, las fotos están ahí. Hace calor, mucho calor en el pabellón jerezano, que estaba abarrotado. Argentina acaba de caer con estrépito ante España. Diego sale muy enfadado, es un ganador y se le nota. Se encierra en su vestuario (a la organización le pidió, entre otras cosas, radio, cds de cumbia, mucha fruta y una nevera, aparte de infinidad de toallas). Diego está sobresaliente. Se le ve bien. Operado, restablecido y muy bien físicamente. Manolo Botubot y yo bajamos a la zona mixta. Antes, al mediodía en Montecastillo, pactamos con uno de los organizadores del evento (valenciano, recuerdo y muy cadista) la firma de dos camisetas y que un ex jugador de esta zona (por Botubot), quería verle. Aguarda en la puerta mucha gente, pero acceder, pocos, muy pocos. La seguridad de Diego es abismal.
21.32 horas en mi reloj y cruzamos el cordón tras el ok del manager de Diego. Me siento en una nube. No mucha gente accede de esta forma con el más grande. Yo soy Maradoniano. Están todos fuera del vestuario, en un pasillo largo. No hay cámaras ni micros, solos en el corazón del vestuario albiceleste. Manolo, su hijo Juan, que grababa a escondidas todo y yo. Portamos unas camisetas. Veo a Mancuso, Goycoecheca… y sale Diego, sin camiseta, con unas calzonas negras y botines Puma. Su manager con él. Viene hacia nosotros y nos saluda. Y departe amistosamente. Tiene una memoria de lince, es lo que más me sorprende de cerca y de escucharle. Un crack.
Botubot le cuenta cuando se cambiaron esa camiseta y accede a firmarla con dedicatoria personal. Llama a Goyco en busca de un rotulador azul, pero ahí no vale (la segunda de Argentina del 82 era azul) por lo que en 0,2 segundos ya tiene en la mano uno negro, antes le ofrezco la mía (la azul y oro de Boca del doblete), las dedica las dos y nos saluda y se despide de una forma amable, pero cual es mi error… Cinco minutos con Diego Maradona y ¡¡¡no hay foto!!!. Me doy la vuelta, agarro del brazo a Goycoechea y accede a tirarme una foto dándole la mano al más grande, ya sentado y recibiendo cuidados de los físios. LA MANO DE DIOS. A la salida veo al cadista Berizzo y otros ex jugadores y muchos argentinos, normal. Pero acceder era imposible, yo tuve suerte. La suerte de tener una reliquia como esta. Os lo repito… el 2 de Junio de 2006 estuve con D10S.
* En la foto se me ve después con mi camiseta de Boca dedicada y en la otra antes de ir a Jerez con la camiseta de Diego del 82, propiedad de Manolo Botubot... bi-reliquia.
21.32 horas en mi reloj y cruzamos el cordón tras el ok del manager de Diego. Me siento en una nube. No mucha gente accede de esta forma con el más grande. Yo soy Maradoniano. Están todos fuera del vestuario, en un pasillo largo. No hay cámaras ni micros, solos en el corazón del vestuario albiceleste. Manolo, su hijo Juan, que grababa a escondidas todo y yo. Portamos unas camisetas. Veo a Mancuso, Goycoecheca… y sale Diego, sin camiseta, con unas calzonas negras y botines Puma. Su manager con él. Viene hacia nosotros y nos saluda. Y departe amistosamente. Tiene una memoria de lince, es lo que más me sorprende de cerca y de escucharle. Un crack.
Botubot le cuenta cuando se cambiaron esa camiseta y accede a firmarla con dedicatoria personal. Llama a Goyco en busca de un rotulador azul, pero ahí no vale (la segunda de Argentina del 82 era azul) por lo que en 0,2 segundos ya tiene en la mano uno negro, antes le ofrezco la mía (la azul y oro de Boca del doblete), las dedica las dos y nos saluda y se despide de una forma amable, pero cual es mi error… Cinco minutos con Diego Maradona y ¡¡¡no hay foto!!!. Me doy la vuelta, agarro del brazo a Goycoechea y accede a tirarme una foto dándole la mano al más grande, ya sentado y recibiendo cuidados de los físios. LA MANO DE DIOS. A la salida veo al cadista Berizzo y otros ex jugadores y muchos argentinos, normal. Pero acceder era imposible, yo tuve suerte. La suerte de tener una reliquia como esta. Os lo repito… el 2 de Junio de 2006 estuve con D10S.
* En la foto se me ve después con mi camiseta de Boca dedicada y en la otra antes de ir a Jerez con la camiseta de Diego del 82, propiedad de Manolo Botubot... bi-reliquia.
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