sábado, 6 de junio de 2009

Un amigo en la selección



Reconozco que ayer fue un día feliz. Siempre que los amigos triunfan en la vida, uno se siente feliz y dichoso por tener amigos del calado y de la forma de ser tales para conseguir un triunfo en la vida y ayer lo fue para mí, al ver a Pablito Hernández en la llamada de Vicente Del Bosque para ir a la Copa Confederaciones y entrar de lleno en la Roja.
De Pablo Hernández no hablaré en lo deportivo, puesto que ahí está su rendimiento en Valencia, Getafe o Cádiz. Pero sí de su personalidad, la clave de su éxito. Indistintamente que tiene rapidez, desmarque, gol y hasta pase, Pablo es de otra pasta en lo personal. Es el futbolista callado, humilde, nada altivo y super-ultra silencioso, a la vez que tímido (eso sí, en las distancias cortas se sale).
A Pablo le conocí en Cádiz gracias a mi otro “hermano” Juanjo Bezares, quien le hizo de cicerone a su llegada a Cádiz en diciembre del 2006. Venía cedido del Valencia Mestalla, de Segunda B. Alberto Benito, hoy en el Almería, se lo trajo a José González para tratar de volver a Primera tras el descenso de la 05-06 y vaya si aprovechó la cesión. Hizo goles, pases de gol y se salió, literalmente. En tan solo seis meses en Cádiz acaparó elogios y se llevó cantidad de premios a la regularidad. Recuerdo el gol “maradoniano” al Sporting en Carranza, o el disparo desde fuera del área en Valdebebas ante el Madrid Castilla, o el gol de astucia al Almería en Carranza… y así infinidad de cosas. Fuera del campo ni una palabra, no le gusta los focos, lo puede pasar mal si le obligan a hablar en público y siempre está para sus amigos. Ha sido la clave de estar donde está hoy. Salir de Castellón y de su entorno y vivir fuera de casa a más de 600 kilómetros como fue ir a Cádiz le marcó para bien, era su primera experiencia lejos de casa. Supo estar y vivir por y para el fútbol y lo ha conseguido, nadie le regaló nada. El resto de la historia ya lo saben. Espectacular en Getafe, traspaso al valencia, temporadón en Mestalla y convocatoria con España, curiosamente nunca fue internacional en otras categorías.
Su vivencia en Cádiz le ha valido para estar donde estar ahora, lo puedo decir con conocimiento de causa. Su padre y madre, su hermana… todos, se alegran del paso que dio al ir a Cádiz, no era fácil para un chico joven y tímido, hoy es un grande. Hace semanas le vi en Sevilla en un Betis-Valencia y le dije que llegaría a la roja (pueden dar fe sus padres) y ahí está. El camino fue corto, pero intenso y ha conseguido el preciado momento de ser internacional absoluto y encima en el mejor momento de la selección. En toda la prensa se lee que iba a venir a Cádiz la próxima semana, estaba apalabrado que viniera a casa con su colega Alberto, pero no ha sido posible, la causa está más que justificada amigo!!! enhorabuena dráculín!!!

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